Las nubes parecen dentelladas
tragándose la luna
y en un momento pasa el aire y esa
furia se esfuma
un atardecer sin colores ya no me
decepciona a estas alturas
pero el egoismo sigue deshaciendo los
hilos que me aguantan las costuras
que están roídas de estas letras en
desventura
pero ya no me deslumbras
porque nunca viste la luz que me
observa mientras muerdo hasta la extenuación mis uñas
me hablaste de lamer a las víctimas de
mis torturas
y te quedaste sólo en mirarlas desde
lejos y a oscuras
no hace falta que huyas
que no te voy a seguir para que en con
luces apagadas mi horizonte destruyas
ya te deslizaste por mis hendiduras
por el flujo de mis versos corriéndose
basura
ya lloré mucho a un mundo que no
escucha
ya miré demasiados corazones que
palpitan sin tambores de lucha
te dejo que te quedes mis mariposas más
ingenuas mojadas en tu laguna
ya no las quiero en mi estómago
haciendo de la suyas
tómalas y aplástalas, te las dejo son
tuyas
pobres insectos delicados, revoloteando
con desmesura
recuperarán su polvo para volar o la
decepción dejará que se pudran
no creo en la eternidad no vaya a ser
para siempre esta montaña rusa
este no es mi lugar, cada vez que
amanece las palabras me retumban
como una esquela de nostalgias
haciéndose las duras
que frágil tu paraguas cuando de
verdad vino la lluvia
está nevando y se vuelve todo hermoso,
en un mundo genocida es una despreciable burla
como acariciarme sin saber de que esta
hecha mi furia
diciendo palabras sin preocuparse por
el fino grafito de mi escritura
que esribe como un relinche en una
desolada llanura
nadie acude en mi ayuda
solo un minuto más durmiendo al lado
suya
mejor no superar a las nubes en su
altura
que falta oxigeno para respirar y mi
pecho va sobrado de cuerdas que lo anudan
estos versos se vuelven altivos al
contonearse sin ataduras
ya sonaron como terremotos los
castillos de arena cuando se derrumban
no hay frío posible donde nunca hubo
estufa
si en mi piel no quedan más huellas
que las de fantasmas que susurran
y en mis caminos secretos aún nadie se
atrevió nunca
tengo el estómago llenito de los
versos más tristes de las noches de Neruda
ven a mojarte los pies en la playa, que
no te importe tanto la espuma
quien vendrá a rescatarme de la
dictadura de la luna
que me quiere siempre en vela para que
no la olvide con las banalidades diurnas
su silencio es una puta
y en sus encantos mis versos se tumban
se interponen las persianas pero eso
nunca fue excusa
me acuerdo de cuando se acercaba tu
sonrisa a mi nuca
los recuerdos son expositores de
torturas
mis abismos de muertos siguen cerrados
a los ojos que no deslumbran
quiero gatillos apuntando nucas
porque siguen muriendo niños donde
nadie pregunta
quiero escalofríos que no se ocultan
quiero que un abrazo suplante estos
versos de noches turbias
pero aún nadie se atrevió a saltar la
vaya sin preguntas
ya no tengo miedo, me quedan muchas
luchas
quiero ver ciudades ardiendo mientras
unas manos me desnudan
me quedan muchos muertos vivientes
durmiendo en la tundra
me quedan muchas peleas de mis versos
escritos sobre mi tumba
se me hincha el pecho de lo que no
conocerás ya nunca
cabizbaja otro día en un mundo sin
cura
agotada de caminar en los límites de
la cordura
se está volviendo muy pesada la luna
apoyada en mi nuca
mi espalda se quiebra cargada de tantas dudas
mi espiral abre camino a mis letras más duras
me voy a dormir antes de que esto me
destruya...